Todo transcurrió con calma en las urnas electorales del Colegio San Ignacio, en el sector del Estadio. Dos capturas y varias incautaciones de material publicitario fueron las únicas anomalías.
Por Juan Diego Cartagena Ortega
Jorge Alberto Restrepo Morales le pasó algo parecido. Cuando llegó al cubículo y no vio la foto de su candidato, lo único que hizo fue preguntar, pero no obtuvo respuesta, pues los jurados de votación no pudieron darle información acerca de los aspirantes.
“Los tarjetones deberían tener las fotos de los candidatos porque si no la gente se confunde. Eso deberían arreglarlo a nivel de legislación electoral”. Para Jorge también faltó información a la hora de decir para dónde habían trasladado las mesas: “mucha gente llegó al Estadio y de allá nos mandaron para acá”.
La afluencia de gente fue constante. Hacia las diez de la mañana ya se habían acercado alrededor de 1.200 hombres a sufragar. Dos de ellos fueron capturados por el CTI, de la Fiscalía, por tener cargos pendientes, informó el capitán Henry Martínez, de la Policía Metropolitana.
“Tenían órdenes de captura preexistentes; el primero, por hurto calificado y agravado y; el segundo, por lesiones personales. Primero se les dejó que ejercieran su derecho y después se les hizo la respectiva captura”, agregó el oficial.
En cuanto al material decomisado, el Capitán Martínez dio una cifra aproximada: “fueron cerca de mil esferos, siete mil volantes, algunas camisetas, gorras y de quince a veinte afiches”. Todo esto, debido a que no debe haber material publicitario cerca a los sitios de votación, pues es un delito considerado como constreñimiento al elector.
Hacia las dos de la tarde la cifra de sufragios entregada por la Registraduría General de la Nación se aproximaba a los 8.045 votos, es decir, un equivalente al 10% de las personas que pudieron haber sufragado en esa concentración, una cantidad preocupante si se tiene en cuenta que sólo faltaban dos horas para el cierre.
Yo tenía dos cuadernillos en mi puesto de votación, en la cabina en sí, para consultar usando la foto y el nombre según el partido, para corroborar que el voto fuera a donde iba. Pero después me enteré que eso fue más bien algo raro: la mayoría de cabinas no tenían los cuadernillos, ni estaban disponibles en las mesas. Por qué habrá sido la diferencia? Yo voté en el barrio Fátima, y otros a pocas cuadras no lo tenían...
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