Los antichavistas se hicieron ver y oír

Unos mil antioqueños, acompañados por algunos venezolanos, desfilaron por el centro de la ciudad y expresaron con creatividad su rechazo al presidente Chávez. Otra protesta contra Álvaro Uribe tuvo menos seguidores.



Por Natalia Londoño Restrepo
nlondon2@eafit.edu.co

Fotos Andrés Felipe Giraldo Cerón

El centro de Medellín se volvió blanco. Al medio día de hoy, varias banderas de Colombia y Venezuela se unieron por una misma causa: “No más Chávez”. Las voces de la inconformidad, la protesta y el sentimiento se hicieron presentes, gritando su molestia ante las reiteradas ofensas del presidente venezolano contra su país hermano.

Una enorme pancarta que decía “Chávez, vergüenza de Bolívar” encabezaba la marcha. Detrás de ella se desplazaba toda clase de personas de diversos estratos sociales, razas y edades, liderados por algunos marchantes con megáfonos que gritaban “¡estamos cansados!“, “¡Chávez bocón, respeta a mi nación!” o “¡Chávez, Correa, la misma gonorrea!”. Frases que los asistentes repetían a todo pulmón.

Ni siquiera el presidente de Ecuador, Rafael Correa, se salvó de ser vilipendiado por los participantes, que con sus carteles dejaron muy claro lo que piensan de él. La creatividad no tuvo límites: camisetas, botones, carteles y banderas dieron color al evento y transmitieron los mensajes más representativos del sentimiento de protesta.

La contramarcha
Los partidarios del presidente Chávez, por medio de Facebook, convocaron también a una marcha en contra del presidente Álvaro Uribe, la cual se realizó a las 10 de la mañana, en el centro de Medellín.

No obstante, aunque el grupo de esa red social tenía 25.000 seguidores, la asistencia en Medellín fue mínima en comparación con la marcha anti chavista que se realizaba paralelamente en otro sector de la ciudad. Con el evento antiuribista se pretendía la movilización desde el Teatro Pablo Tobón Uribe hasta el Parque de Berrío.

En la convocatoria, los promotores de esta segunda marcha afirmaron:
“Estamos cansados de tanta corrupción, de tantas mentiras, de tantas injusticias, de tanta pobreza, de tanta manipulación, de los crímenes de Estado, de que nos arrodillen, de que nos tilden de terroristas, de la usurpación de nuestras tierras, de las políticas bélicas, violentas y reaccionarias de este sujeto”.



Por qué fueron o no fueron
“Esta marcha es una expresión para que el Presidente Chávez vea la inconformidad de Colombia”, expresó Hernando Moreno, un hombre mayor que lucía la respectiva camiseta de marchante con el No + Chávez en el pecho.

La manifestación, que salió a las 12 en punto, tomó el pasaje peatonal Junín, dobló por la avenida La Playa y continuó su curso por Carabobo, donde el blanco contrastaba con los coloridos almacenes y la calidez de la gente que, de alguna forma, animaba para que continuara con todo su ruido.

“La marcha significa sensibilización ante el mundo y ante Chávez”, expresó también Nora Henao, quien asistió acompañada de varios familiares. Otros, como Camila Soto Peláez, que no asistieron, justificaron su ausencia diciendo que tenían “ocupaciones laborales y de estudio”. Y otros aseguraron que no tenían tiempo o salieron muy tarde de sus casas.

Los espectadores superaban en número a los asistentes a la marcha. Algunos gritaban, otros murmuraban y otros simplemente observaban desde los almacenes, los balcones o las aceras.

Alejandra Roldán y Mónica García, dos estudiantes universitarias, gritaban: “No más Uribe”. Según dijeron, “el gobierno es quien patrocina la violencia”. Por sus comentarios, ellas se robaron unas cuantas miradas de desprecio de los antichavistas.

También se vieron algunas pancartas y consignas con frases altisonantes como “Chávez, paraco, el pueblo está verraco” y otras con una fuerte agresividad hacia el mandatario venezolano o hacia personas como la dirigente del Partido Liberal, Piedad Córdoba.

De repente, los decibeles aumentaron casi al triple. Trompetas de plástico, pitos, voces y papeles blancos que caían del cielo envolvieron las afueras del Centro Administrativo La Alpujarra, cerca a la estación del Ferrocarril de Antioquia. Se acercaba el final de la protesta.

A las dos de la tarde, con el himno de Colombia cantando por los asistentes, y el de Venezuela aplaudido por muchos, se dio un festivo final al evento.