Luego de trabajar en Colombia, Juan Carlos Pérez se fue a Inglaterra a estudiar un máster y terminó quedándose en la BBC. Allí está desde 2001. Como editor lleva cuatro años. |
Por Agencia de Noticias Universidad EAFIT/ Juan Carlos Luján Sáenz
jlujans@eafit.edu.co
A la frase vale la pena ponerle atención. Alguna vez Juan Carlos Pérez Salazar, periodista de origen pereirano y editor de noticias de la página en español de BBC, de Londres, leyó en The Economist que en internet se está como en la época del cine mudo, es decir, es mucho lo que falta por crecer y por desarrollarse.
Y aunque esto lo leyó hace ocho años, la única certeza que tiene este egresado de la Universidad Pontificia Bolivariana, de Medellín, que trabajó en El Mundo, Colprensa y El Colombiano antes de embarcarse a Europa, es que los periódicos no han sabido acomodarse a esta nueva era digital, pues todos están tanteando y nadie sabe para dónde va.
Por eso afirma: “El lenguaje apenas lo estamos empezando a explorar, muchos medios se equivocaron al principio, y la crisis también se debe a decisiones muy mal tomadas en los años 90, cuando todavía había mucha riqueza en los medios periodísticos escritos”.
De paso por EAFIT, donde ofreció la semana anterior un curso sobre periodismo digital a un grupo de estudiantes del pregrado en Comunicación Social, Juan Carlos compartió unas impresiones sobre la actividad periodística y los cambios que se han ido introduciendo a medida que las redes sociales y su lenguaje se instalan en el cerebro de las personas.
Servilismo con el poder, arrogancia en el pasado en relación con el público lector, y una lista grande de culpas que se traen de años atrás, son aspectos que recalca como clave para estar en la crisis. “Hay muchas cosas de antes que apenas estamos empezando a pagar”, dice con respecto a decisiones que algunos propietarios de medios tomaron.
¿Estamos ante un viejo o un nuevo periodismo, o este siempre ha sido el mismo?
Las características que debe tener un periodista son las mismas, es decir, rigor, disciplina, interés y pasión por el mundo y por su profesión, además de mucha honestidad. Eso es básico y cualquier periodista debería tenerlo. Lo que varían son los ritmos y sí creo que el periodismo digital está, no sé si cambiando el perfil del periodista, pero sí introduciendo una crisis grande en los medios tradicionales.
Precisamente hablando con los estudiantes les comenté de la crisis tan profunda de esos medios impresos tradicionales. Hay una crisis que es mundial, y uno lo observa en el New York Times, en The Guardian en Londres, en el Le Monde Diplomatique en Francia y lo ve en El País de España.
De hecho, considero, que nadie lo ha sabido hacer (acomodarse a la era digital), todos estamos tanteando un poco y nadie sabe realmente hacia dónde va. Ahora hay una crisis porque no saben competir con internet, no conocen cómo van a competir en internet y no saben cómo hacer para ganar dinero en los medios electrónicos. El lío es que cada vez pierden lectores y pauta publicitaria.
¿Quién ha sabido sobreponerse más a la crisis?
Eso muy seguramente ya se está dando acá en Colombia, porque es un fenómeno mundial. Donde está más avanzado este aspecto es en Estados Unidos, donde existen muchos medios en crisis, donde ya han cerrado algunos, y donde hay otros que han dejado de imprimirse pero mantienen la versión electrónica. No obstante, también están surgiendo medios electrónicos, especialmente creados para internet que manejan mucho mejor el lenguaje, de manera que la crisis es, sobre todo, en los medios escritos.
¿Pero la mayoría de medios escritos no han hecho un esfuerzo grande en mejorar sus portales web y actualizar sus contenidos de manera constante?
Eso lo están aprendiendo ahora, pero antes lo que hacían era copiar lo que había en el impreso, inclusive no sabían tampoco utilizar el lenguaje. La otra cosa que hicieron es que no cobraron (según la naturaleza de internet), por lo que la gente se acostumbró que lo que llegaba por la red era gratis, pero claro, detrás de todo lo que se publica hay un gran esfuerzo económico, de recursos, y eso no se puede poner gratis.
Y ahora, después de varios experimentos fallidos, hay una nueva oleada de intentos de cobro, sobre todo de parte de Rupert Murdoch, el magnate australiano dueño de varios medios, y quien empezó a cobrar con un sistema parecido al de televisión por cable (por micropagos). Ante este fenómeno, que empezó el año pasado en algunos de sus medios, todos los grandes periódicos están pendientes de cómo le va a ir, porque hay que encontrar una salida.
¿Y qué puede ocurrir?
Está tan desesperada la situación que en Estados Unidos se está proponiendo que los medios impresos se vuelvan sociedades sin ánimo de lucro, algo así como una universidad, donde se les dé exenciones de impuestos aunque no ganen dinero. La idea es que logren mantenerse, porque consideran que la función de los medios escritos es vital para la democracia, pero hay mucha preocupación con la desaparición de éstos.
Eso sí, de los pocos periódicos y medios que están creciendo aparecen, por ejemplo, el Financial Times, es decir, los que ofrecen algo distinto y muy específico, los que no son generales, y es que muchas personas están prediciendo la desaparición del periódico impreso en los próximos cinco o seis años, el hecho es que nadie sabe qué va a ocurrir.
¿Pero esto último no es muy catastrófico?
Esos augurios siempre son para generar titulares, es como con la desaparición del libro y su reemplazo: el libro electrónico. Es decir, no van a desaparecer revistas como The Economist o como el New Yorker. Ahora, los medios de información general no van a desaparecer pero sí se van a transformar.
En 2008, por ejemplo, se calculaba que había caído un alto porcentaje de la pauta publicitaria en Estados Unidos, que es donde más se ha reflexionado sobre esto y donde más estudios se han hecho. Ese mismo año se suspendieron unos 26 mil puestos de trabajo en ese país, hablando no más de salas de redacción, es decir, periodistas, editores, reporteros gráficos y columnistas.
¿Qué tanta culpa tienen los periodistas en esta crisis?
Son ciclos históricos. Los periodistas arrastramos un montón de culpas que son de toda la vida. Somos demasiado serviles con el poder y hemos sido arrogantes en el pasado en relación con el público lector. Antes esa relación era más vertical y hoy es más horizontal, pero eso lo estamos empezando a pagar ahora. Entonces culpa sí hay, sobre todo de las personas que manejan los medios, pues tomaron decisiones mal tomadas.
Y ojo, es el periodismo impreso el que está en una crisis muy grande. La televisión y la radio, para ser claros, siguen bien, de todas maneras internet les está reformando el lenguaje y los ritmos. La teoría mía es que estamos en un momento especial, en el que incluso, hablando del siglo XXI, estamos volviendo a cosas del siglo XIX. Un ejemplo es cómo se escriben los titulares, de hecho regresamos a titulares del siglo XIX, pero es porque en internet la gente debe encontrarlos con todas las palabras específicas, pues se rastrean a través de buscador.
También volvemos a la pirámide invertida, porque la gente tiene que leer los datos básicos en los primeros cinco párrafos y porque se entra a leer por el teléfono celular.
¿Y qué puede hacer el periodista para sortear la crisis?
Como periodistas creo que vamos a tener muchas oportunidades creativas, que es lo que sucede en estos momentos de crisis, de gran revolución y de gran movimiento. Habrá mucha oportunidad para gente emprendedora.
¿Cómo entra también el tema de las redes sociales?
Están cambiando la manera de hacer periodismo. Éstas forman parte ya del reportero, de las fuentes y hay que aprender a usarlas. Facebook, por ejemplo, es un sitio increíble para conseguir contactos, esa ya es una herramienta más, como lo es Twitter, la grabadora, el radio o la televisión.
Hay que ser creativo, insisto, para escribir una crónica, pues se calcula que una persona se mete un minuto y 30 segundos (en el sitio de BBC Mundo) para leer una nota. La idea es agarrarlo, ir al grano, que esté bien escrita y que tenga datos muy precisos. Hay que agarrar al lector con video, sonido y vínculos. Y eso toca a los otros medios.
¿Están preparados los nuevos periodistas para el reto?
Los muchachos están mejor preparados que una persona como yo para estos nuevos retos de los medios digitales. Ellos son nativos, nosotros tuvimos que conocer esta tecnología. Ese es su lenguaje.
¿Y cómo hay que escribir para internet?
Con párrafos cortos, frases directas sin muchas comas y muchas cláusulas, porque es otra generación que ha aprendido a ver el mundo a través de los medios audiovisuales. Los medios de narrar cambian, estas se adaptan, y esta es una revolución como la agrícola y la industrial.
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