El foro se realizó en la Universidad EAFIT. Tuvo una buena acogida por parte de los estudiantes. |
Por Andrés Felipe Giraldo Cerón
agiral47@eafit.edu.co
“Es posible hacer interesante de publicar aquello que, aunque es muy importante, no es muy atractivo para la gente: se trata de hacer algo así como un amarillismo creativo”, afirmó Mauricio Mosquera, gerente del canal Telemedellín.
El pronunciamiento lo hizo dentro del foro Conflicto en Medellín ¿Cuál es el criterio periodístico que rige a los medios hoy?, que se realizó el miércoles 15 de septiembre en la Universidad EAFIT de Medellín.
El encuentro hizo parte de una serie de tres programas en los cuales Telemedellín analizó el papel de los medios de comunicación en el cubrimiento de los recientes hechos de violencia en la capital antioqueña.
¿Qué privilegian los medios: el espectáculo para “vender” la información o mantienen unos criterios de mesura que demanda su responsabilidad social? Sobre esa pregunta, que estuvo rondando el debate, Mosquera apuesta por un híbrido.
La discusión contó también con la participación de la editora general de la Revista Semana, Luz María Sierra; del decano de la Escuela de Ciencias y Humanidades de la Universidad EAFIT, Jorge Giraldo; y de Rafael González, periodista del diario El Colombiano.
El diálogo entre los invitados mostró que caben numerosas interpretaciones sobre el cubrimiento que hacen los medios masivos de información de los problemas de violencia, dependiendo del punto de vista que se tome.
Un tira y afloje
Desde la academia, Giraldo criticó fuertemente lo que llamó un “Déjà vu” periodístico, ya que “los medios se han esforzado por mostrar que Medellín está igual que en 1991” cuando se la catalogó como la urbe más peligrosa del mundo.
Argumentó que la ciudad es hoy la cuarta o quinta en la tasa de homicidios a nivel nacional, tiene una buena percepción de seguridad por parte de sus habitantes, pero “siempre es la peor librada en los medios”. Cuestionó el carácter empresarial del periodismo y marcó que hoy en día se vende “amarillismo y sensacionalismo”, y a veces no buena información.
E indicó que algunos medios de Bogotá hablan sobre la situación de Medellín, pero no sobre la de esa ciudad, “donde hay un subregistro del 20% en las cifras de homicidios”.
En contraste, Luz María Sierra resaltó que en Colombia “somos más sensibles con los tópicos que nos duelen”, pero advirtió que la labor periodística deberá ser siempre “poner el dedo en la llaga” porque “la tarea del periodismo no es la misma del gobierno”.
Desde el medio que representa, la periodista recalcó que sí se ha abordado el tema violencia en otras ciudades y que no se le puede pedir a los medios que dejen de mostrar lo que pasa, sin que ello implique la “pérdida de la responsabilidad” con el manejo de los contenidos.
La periodista alegó que la responsabilidad por el correcto manejo de la información, también le corresponde a la academia y a las autoridades. Las investigaciones universitarias, dijo, deberían servir para que “surtan a los medios” y así ellos puedan plantear “propuestas novedosas”.
Adicionalmente, criticó la forma como los funcionarios públicos manejan la problemática y exhortó por una administración más estratégica de los hechos, para no darle cabida a sucesos que se salen de la realidad.
“Informar es hacer entender”
Rafael González, de El Colombiano, expresó que se debe salir del modelo informativo que conduce a dar cuenta sólo de lo inmediato y buscar el análisis de los hechos desde diferentes puntos de vista. También abogó por un periodismo que vaya “más allá de las fuentes primarias de información”.
Explicó que cada medio tiene su lenguaje y lógicas distintas, por lo que se ven los diferentes enfoques. Ello no debe conducir a que se complazca a los lectores en todo lo que quieren, sino a estar conectados con ellos sin buscar darles gusto siempre, proporcionando contenidos valiosos.
Para cerrar su intervención, citó una frase de Ryszard Kapuściński, de quien se dice fue “el reportero del siglo XX”: “informar es hacer entender”.
Mosquera, como gerente de Telemedellín, destacó que su canal ha intentado “estar cerca a la gente”, pero sin negar la realidad. Para él es cuestión de aclarar que la violencia es solo una de las realidades de Medellín.
También alegó que existe una tendencia a ser facilistas, en contar historias pero en no profundizar, en no contextualizar los hechos debidamente. En este caso, explicó que es una forma de “seducción” la que invita a los medios a dejarse llevar por lo atractivo, pero no por el contenido.
Una valiosa reflexión
La discusión en ciertos momentos se tornó acalorada y se contrapusieron muchas opiniones. Sin embargo, quedo un aire positivo. Ningún exponente tuvo una fórmula tácita, una regla absoluta y única para ejercer el periodismo desde los productores de información.
Lo que sí quedó claro es que dentro de la dualidad del factor económico y la responsabilidad con el ciudadano, hay una pequeña luz: un equilibrio que consiga difundir los contenidos, pero sin dejar atrás el fin último de los medios que es informar bien y con calidad.
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