jueves, 22 de abril de 2010

Cada vez es menos necesario el respirador artificial para Nacional


No sólo en la cotidianidad estamos llenos de esperanza e ilusiones. En el fútbol, que es una manera muy particular de vivir para los que lo sentimos, también es necesaria esa ilusión y con el club Atlético Nacional no es la excepción.





Por Andrés Felipe García Álvarez
agarci35@eafit.edu.co

OPINIÓN. Luego de una discutida victoria ante el Real Cartagena 4-2, Nacional sigue con la esperanza de llegar a las semifinales de la Liga Postobón. Y digo discutida porque hay varios argumentos en los que uno puede analizar este compromiso.

Primero hay que hablar del árbitro. El juez Luis Trujillo hizo un verdadero show en el Atanasio Girardot, donde le dio y le quitó tanto a los paisas como a “los heroicos”. Hablando claro, fue un completo fiasco.

Y lo fue por culpa de la Comisión Arbitral porque ¿cómo es posible que para este tipo de encuentros directos mande a un juez con apenas seis partidos profesionales de experiencia?

Los hinchas que llegaron al máximo escenario deportivo de los antioqueños esperaban buen fútbol por parte de los verdes. Fútbol que únicamente llegó por chispazos de Víctor Ibarbo, como ya es costumbre, y por parte de la gran magia de Giovanni Moreno.

El juego de Nacional volvió a lo que ya nos ha tenido acostumbrados en tanto tiempo: lo que pueda hacer el número 10 y las individualidades de algunos jugadores. No tocó la pelota como lo hizo en el clásico y eso decepcionó a más de uno que siguió el encuentro.

Al minuto 37 comenzó la pésima actuación del árbitro vallecaucano pitando un penalti a favor de Nacional que nunca existió y, a colmo de males, expulsando al actor de la “falta”, Anaya, por parte de los costeños.

Cobró Moreno y gol. Con ese resultado pensaba uno que las cosas iban a mejorar para el segundo tiempo, que se iba a tener la pelota sin darle espacios al Real y, por ende, que se iba a jugar un fútbol mucho más vistoso.

Pero, lastimosamente, el juez quiso reemplazar a los jugadores del partido y convertirse en el protagonista. A los 4 minutos de la parte complementaria pitó otro penalti inexistente y desde ahí se vio que las cosas no iban a terminar bien.

Francisco Nájera puso de nuevo el volver a comenzar y los visitantes, dirigidos por Boderth, tendieron a cerrarse conformes con el empate. Con lo que no contaban era con que la magia del “Givo” Moreno apenas comenzaba y puso las cosas 2-1.

Pero la desconcentración de Nacional fue enorme y Jiménez aprovechó un regalo de Camilo Pérez para empatar el juego y, además, preocupar a todos los aficionados verdolagas.

A los 75 minutos, con el afán de irse al frente en el marcador, Nacional logró la anotación por medio de Palomino, quien en un centro se fue en ventaja con un cabezazo.

Y para darle punto final al partido, el verde tocó la pelota hasta que el 10 mágico apareció para marcar un golazo, el cual fue opacado de nuevo por el protagonista del compromiso, Luis Trujillo: le sacó tarjeta amarilla y, como era la segunda, lo expulsó por “quitarse la camisa”, cosa que Moreno nunca hizo.

No fue un juego vistoso, bonito, como al que nos venía acostumbrando el técnico Santa desde que llegó al cago en el Atlético Nacional, pero se rescata el resultado que es lo que tiene a los paisas en la lucha, con 22 puntos, a falta de cuatro partidos para asegurar la clasificación.

Termino, como ya es costumbre, invitando a todos los aficionados del verde para seguir al equipo de nuestros amores en su próxima fecha ante el Envigado aquí, por Bitácora, revista digital del pregrado en Comunicación Social de la Universidad EAFIT.

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