Un sector de la hinchada del Deportivo Independiente Medellín se sigue quejando de que este mes su equipo tenga que jugar en otro estadio por cuanto su casa, el Atanasio Girardot, está siendo utilizado para los Juegos Suramericanos.
Por Paula Andrea Sánchez Velásquez
psanche7@eafit.edu.co
“¡Sí ve!, si fuéramos hinchas del Nacional nos permitirían ver jugar al equipo aquí, en la casa, pero nos perjudican por ser hinchas del Poderoso”, es lo que dice Juan Carlos Cárdenas, hincha del Deportivo Independiente Medellín, quien no ha tenido la oportunidad de acompañar a su equipo en la Copa Libertadores debido a que el estadio Atanasio Girardot fue no le fue prestado a su equipo por la realización de los Juegos Suramericanos Medellín 2010.
Para Elisa Restrepo, otra hincha del equipo rojo, éste ha sido un acto “indelicado con el rojito, pues es un equipo ganador y se merece jugar en su casa. Por más Suramericanos que sean, no es justo que un equipo que se luchó el campeonato nacional no pueda jugar en su casa un certamen internacional”.
Han sido muchas las voces que se han alzado ante la imposibilidad de ver al onceno en su escenario habitual.
Para Alejandro Luján, hincha del Poderoso desde que tiene uso de razón, el hecho de darle más importancia a los Juegos que al equipo muestra la falta de planeación de la ciudad ante esta clase de eventos: “Ambos son eventos de mucha importancia, pero la Alcaldía pareciera no prever eso y nos castiga a los justos por pecadores”.
“A Medellín le hace falta un espacio no solo para esta clase de eventos, para conciertos, misas campales, inauguración de eventos deportivos y muchas cosas más. No han podido entender que esta ciudad se está transformando en una urbe cosmopolita y no podemos seguir con los espacios provinciales”, afirma Juan Guillermo Ospina, seguidor del rojo.
“Yo vi a mi Poderoso del alma quedar campeón en 1957, 2002, 2004 y el año pasado y ¿ahora me quieren quitar la alegría de verlo contra los equipos internacionales en la Libertadores? No es justo que a alguien tan apasionado como yo y de mi edad le hagan esto”, dice Luis Albeiro Toro, quien acomoda su pequeño radio mientras mira la mole de cemento recientemente mejorada y que se ha convertido en la manzana de la discordia, con cierta nostalgia por su equipo que lejos se encuentra de él.
Para muchos, esa decisión fue la mejor forma de “sacar a los violentos” de este espacio deportivo antes de los Juegos Suramericanos. Aunque muchos otros opinan que hay un estigma ante el hincha barrista, una imagen de violento e iracundo que no han podido eliminar del imaginario colectivo.
Los Juegos Suramericanos se inauguraron el viernes 19 de marzo y ese día ya el Independiente Medellín cumplió sus dos compromisos internacionales como local en la Copa Libertadores por fuera de su patio y sin su afición.
“A Medellín le hace falta un espacio no solo para esta clase de eventos, para conciertos, misas campales, inauguración de eventos deportivos y muchas cosas más. No han podido entender que esta ciudad se está transformando en una urbe cosmopolita y no podemos seguir con los espacios provinciales”, afirma Juan Guillermo Ospina, seguidor del rojo.
“Yo vi a mi Poderoso del alma quedar campeón en 1957, 2002, 2004 y el año pasado y ¿ahora me quieren quitar la alegría de verlo contra los equipos internacionales en la Libertadores? No es justo que a alguien tan apasionado como yo y de mi edad le hagan esto”, dice Luis Albeiro Toro, quien acomoda su pequeño radio mientras mira la mole de cemento recientemente mejorada y que se ha convertido en la manzana de la discordia, con cierta nostalgia por su equipo que lejos se encuentra de él.
Para muchos, esa decisión fue la mejor forma de “sacar a los violentos” de este espacio deportivo antes de los Juegos Suramericanos. Aunque muchos otros opinan que hay un estigma ante el hincha barrista, una imagen de violento e iracundo que no han podido eliminar del imaginario colectivo.
Los Juegos Suramericanos se inauguraron el viernes 19 de marzo y ese día ya el Independiente Medellín cumplió sus dos compromisos internacionales como local en la Copa Libertadores por fuera de su patio y sin su afición.
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