Los Hare Krishna y su camino para hallar la sabiduría infinita

Desde el Centro Govinda’s, su templo ubicado en pleno centro de Medellín, los Hare Krishna explican la filosofía de esta religión de raíces hindúes. Segunda parte de una crónica sobre sus devotos y seguidores.

El 24 de junio de 2009 la comunidad Hare Krishna realizó su Festival de Carrozas por el centro de Medellín. / Foto tomada de www.medellinmandir.blogspot.com

Texto y fotos Elisa Restrepo Posada
erestre2@eafit.edu.co

Esperé con paciencia al Maestro de los Hare Krishna en la ciudad. Para mi sorpresa, encontré a un hombre completamente normal que vendía música y libros en un puesto colorido y ordenado. Se hace llamar Hari Giri y no vestía túnicas ni tenía su cabeza calva. Llevaba puestos jeans comunes y corrientes y una camisa blanca de botones. Con una amabilidad extrema y cierto poder persuasivo, este argentino de unos 27 años me introdujo en su mundo mientras me contaba, con su acento sonoro, aquello más importante de su religión.

Como primer paso para entender su cultura, dijo, tenía que tener claro que los seres humanos no somos cuerpo: somos alma.

“La vida que estamos viviendo ahora no es nuestra única vida. Hemos tenido muchas. La chispa de conciencia en nuestro interior el ser, o alma, o como quiera llamarlo, no tiene principio ni final. No hay nada que pueda cortarla, ni fuego que pueda quemarla y ningún viento puede secarla".

"Esa chispa continúa pasando de un cuerpo al siguiente. En cierto momento usted tiene el cuerpo de un niño, luego pasa a un cuerpo de joven, después al de una persona madura y después al de un anciano. Sin embargo, en todos esos cuerpos usted se siente el mismo usted. Esto se debe a que usted es el mismo usted. Solo su cuerpo ha cambiado”, decía Hari Guiri con una sonrisa que identificaba que lo que explicaba no era nada sencillo.

Para los Hare Krishna, el alma toma diferentes representaciones a través de un cuerpo para alcanzar cierto estado de felicidad espiritual. Ellos consideran que el cuerpo es un disfraz del alma, un vehículo temporal, una prisión de la que hay que salir buscando ayuda en la vida espiritual.

Para conseguir cierto estado espiritual una persona debe sujetarse al vaishnavismo, como también se le llama a la religión que practican los Hare Krishnas. Pero, ¿quién es ese Dios Krishna?

“Es un nombre del Supremo que significa ‘el todo-atractivo’. Cualquier cosa que pueda atraerlo a usted tiene su fuente en el Supremo. Es también conocido como ‘Rama’ que significa ‘la fuente de placer ilimitado’. Todos somos criaturas buscadoras de placer. Así uno puede decir que directa o indirectamente todos estamos buscando a Krishna”, respondía Hari Giri.

Ahora, si quería convertirme en una devota Hare Krishna debía cumplir a cabalidad los cuatro más importantes principios regulativos, que desempeñan la tarea de no alejar y distraerse del “recuerdo de Dios”.

Regla uno: nunca más podría volverme a comer un churrasco, pollo, chicharrón o pedazo de carne alguno. Nada de pescado frito, asado, cualquiera fuera su presentación y mucho menos volver a desayunar huevo revuelto, en cacerola, duro o entero…

Regla dos: jamás podría volver a tomar licor alguno. Adiós al vino, aguardiente, vodka, whisky, cerveza o ron. Nunca más volvería a probar el té y tampoco podría pasar la noche, intentando desvelar el sueño, a punta de café. Si no podría tomar ni un tintico, ni pensar en fumar o ingerir cualquier tipo de droga.

Regla tres: a menos de que quiera tener una familia llena de niños Hare Krishna, no podré practicar sexo alguno. El sexo se practica dentro del matrimonio y únicamente con fines reproductivos.

Regla cuatro: nunca, pero nunca podría volver a jugar veintiuna, viuda o parqués. Ahora menos podría pensar pasarme por un casino. Los juegos de azar distraen a cualquier devoto de Krishna.

Viviría en un templo con las mujeres Hare Krishnas, separada de los hombres. Debería recitar 16 vueltas diarias al rosario (japa-mālā) lo que equivale a rezar 1.728 veces el mantra Hare Krishna; el mismo hare Krishna, hare Krishna Krishna Krishna hare hare… que significa "Oh Señor todo atractivo y pleno de bienaventuranza, oh energía del Señor, por favor, ocúpenme en Su servicio devocional”.

Y me pasaría el día trabajando en el restaurante, predicando, trabajando en la administración, orando, o estudiando.

El ex beatle George Harrison dedicó su canción My Sweet lord a Krishna y a esta religión, la cual profesó desde finales de los años 60. / Video tomado de YouTube

Desperté de repente de esa experiencia Hare Krishna que tenía mientras Hari Giri me hablaba sobre la vida religiosa, con los cantos o gritos de una devota que venía a comprar música de George Harrison o George-Hari-Son, el beatle que alguna vez perteneció a esta religión y que adoró al Krishna con sus canciones.

Volví a la realidad. La realidad que me gustaba. Estaba a gusto con la vida indisciplinada de carnívora que llevaba, aun sintiendo un inmenso respeto por los miembros de esta comunidad; personas admirables por su impresionante voluntad, respeto y amor hacia su religión.

Todavía tenía hambre así que decidí pedirme un sánduche de Hummus que, a decir verdad, me supo delicioso.

Mientras conversaba con el Maestro entendí lo diferentes que eran nuestras vidas. Con la poca disciplina que tengo jamás podría pertenecer a la comunidad Govinda. O, quién sabe, de pronto en una próxima vida podría vivir en uno de sus templos.

Los Hare Krishna son personas de una inmensa disciplina, además de un gran espíritu y corazón. Devotos de una religión lejana que lograron consolidad un oasis espiritual en medio de los restos de mendicidad, pobreza, drogas y violencia que rodean al pasaje de La Veracruz.

Su mantra aún retumba en mi cabeza:

Hare Krishna, Hare Krishna,
Krishna Krishna, Hare Hare
Hare Rama, Hare Rama,
Rama Rama, Hare Hare.