La patinadora Estefanía Cuervo sacó a “la Chechi” Baena de los IX Juegos Suramericanos. La antioqueña explica que no se trató de algo personal, que no ha trascendido a enemistad y que llegará al podio con las mismas ganas con las que consiguió su puesto en la Selección Colombia.
Texto y fotos de Carolina Ospina Foronda
cospinaf@eafit.edu.co
“Mira a esa chilena. Se me parece mucho a Cecilia. Se mueve igual a ella en la pista, ¿no?”, pregunta Estefanía Cuervo mientras mira el entrenamiento de la selección del país austral de patinaje de carreras.
La patinadora colombiana observa atenta cada vuelta que da el grupo de chilenos, analiza con paciencia sus movimientos, ya que son unos de sus principales rivales en los IX Juegos Suramericanos, que comenzaron el pasado 17 de marzo.
“¿No les parece que se mueve muy parecido a Cecilia?”, señala Estefanía mientras una leve lluvia obliga al retiro de los patinadores de la pista. Sus compañeras de selección miran a las chilenas y de las tres colombianas, una aprueba lo que anota Cuervo.
Estefanía Cuervo ostenta el actual subcampeonato mundial de patinaje. En la prueba de los 300 metros contra reloj individual, asegura que obtendrá un oro.
Y es que desde el pasado 16 de febrero, la vida de Estefanía gira, en parte, alrededor del nombre de Cecilia “la Chechi” Baena. Todo gracias a un selectivo del que salió la Selección Colombia de patinaje de carreras para los Suramericanos.
Ese día Cuervo, demostrando potencia y fuerza, venció a “la Chechi” en la pista de la Unidad Deportiva María Luisa Calle, de Medellín. Los medios, sobre todo los locales, destacaron la actuación de Estefanía como el triunfo de la antioqueña sobre la múltiple campeona mundial.
“Lo que pasa es que todo el mundo hace mucha bulla por eso, porque se trató de ‘la Chechi’. Si no fuera ella, la noticia no habría tenido tanto eco. Es que ella representa la historia del patinaje colombiano. Y yo vencí a la historia, pero eso es todo”, señala Estefanía, de 18 años de edad.
Pero la patinadora nacida en Salgar, un municipio ubicado en el Suroeste de Antioquia, aclara entre risas que no le gusta mucho cuando los periodistas le preguntan sobre el episodio con “la Chechi”.
“Esa pregunta no me gusta. Eso no fue algo personal, la clasificación la hice para mí, y por eso yo soy la que siento la felicidad por haber pasado y el orgullo de representar a Colombia en estas justas. Cecilia es una gran competidora, una gran rival, pero entré yo”, indica la deportista, quien actualmente ostenta el subcampeonato mundial.
Y vuelve su mirada a la pista, hacia las chilenas. Las competencias de patinaje se realizarán entre el 24 y el 28 de marzo, en la misma pista en donde Cuervo se enfrentó con “la Chechi”. Continúa con el análisis de los movimientos de Chile; se ve que a Estefanía le gustan los podios.
Preparación para el oro
Luego de las pruebas para escoger a la Selección Colombia, los patinadores nacionales viajaron a Bogotá a una dura concentración.
“Al principio nos hicieron unas pruebas para ver cómo estábamos y luego empezamos los ciclos de entrenamiento que fueron bastante duros. Para terminar, nos hicieron otros exámenes para ver la mejoría y gracias a Dios todos mejoramos bastante. Estamos muy bien preparados”, comenta Cuervo.
La Selección Colombia de patinaje regresó a Medellín el pasado 13 de marzo y continuará entrenando en la Unidad Deportiva María Luisa Calle hasta las competencias. “Yo mejoré mucho. Perfeccioné la potencia, que es mi fuerte, lo cual es bastante satisfactorio. También, acrecenté la velocidad y mejoré la potencia en la salida”, explica.
Estefanía sueña con el oro suramericano. Se visualiza en el podio, escuchando el Himno Nacional con su medalla dorada en el cuello. Eso, para ella, sería bastante emotivo.
“Es muy triste que el patinaje no sea un deporte olímpico. Hay deportes que tienen más influencias que otros a nivel mundial y el patinaje no tiene estos privilegios. Sería un sueño poder asistir a unos Juegos Olímpicos”: Estefanía Cuervo.
“Me siento especialmente preparada para las pruebas individuales. Creo que tengo con qué ir a pelear la medalla de oro. En cuanto a las pruebas en grupo, creo que tenemos un buen trabajo en equipo, lo que nos puede poner en primero y segundo lugar”.
Y sus declaraciones, a las que les imprime seguridad, Estefanía las complementa con una marca personal de 26.53 segundos, que se encuentra a una décima del récord mundial.
“Me va muy bien tanto en las pruebas de pista como en las de ruta. Soy una patinadora con mucha fuerza y potencia, pero me va muy bien en la prueba de los 300 metros contra reloj individual”, asegura la deportista.
Según el entrenador de la Selección Colombia de patinaje, Elías del Valle, la meta para los Juegos Suramericanos de su grupo de patinadores está entre 10 o 12 medallas de oro.
Una amante de la adrenalina
Sin temor a las caídas en la pista, que son para ella cosas del destino, lo que le gusta a Estefanía Cuervo es la velocidad pura. “Las competencias dan nervios pero me encanta la adrenalina. Me fascina esa ansiedad de salir a dar lo mejor”, indica.
La carne y los dulces, que le permitirán subir algunos kilos que le hacen falta para obtener un peso ideal, son los principales elementos de la dieta de Estefanía por estos días.
Y cuando no está patinando, lo que le gusta hacer a Cuervo es ver televisión, navegar en Internet, ir al gimnasio y coleccionar recortes de prensa que la mencionen. “Salí hace dos años del colegio, pero todavía no sé que quiero estudiar. Estoy disfrutando mi juventud en lo que me gusta: patinar”.
Con el cielo nubado y alguna llovizna, los patinadores son obligados a salir de la pista. Estefanía se cambia su uniforme ágilmente mientras recuerda haber superado una lesión que casi la aleja de las pistas para siempre. Un síndrome comportamental en los peroneos, del que fue operada hace tres años, fue la causa.
“El síndrome es muy común en las pistas, pero el mío se convirtió en crónico. Ya no podía patinar. Afortunadamente la operación fue excelente, me recuperé muy bien y aquí voy”.
Estefanía levanta su morral y lo arrastra hasta la salida. Sus compañeras de equipo hacen lo mismo. En el trayecto de la pista a la portería de la unidad deportiva se escucha como la actual campeona mundial de patinaje, la cartagenera Yercy Puello, les recomienda a sus compañeras comer mucho chontaduro.
Siempre sonriente, Estefanía se despide y se sube al taxi que se dirige a un hotel del occidente de la ciudad.
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