Ex torero, concejal de Medellín y hoy defensor de los animales, Álvaro Múnera, apodado El Pilarico, es vocero de la corriente que está en contra de las corridas de toros.
En el mundo globalizado y moderno en el que nos encontramos, ¿qué tan válida es la fiesta taurina?
“Creo que en ningún mundo civilizado debe aceptarse la tortura y muerte de animales en espectáculos públicos. El pretexto de que se trata de una tradición heredada nos acerca al salvajismo de anteponer un instinto sádico a la razón y a la sensibilidad: ningún ser vivo nace para ser torturado. Las corridas de toros solo se dan en ocho países del mundo y ninguno de ellos es desarrollado”.
¿Hasta qué punto sería viable que se gozara del espectáculo sin tener que llegar a los límites de sacrificio y maltrato que hasta hoy se han contemplado?
“La corrida incruenta ya existe, en septiembre se realizaron en las Vegas, Estados Unidos, con los toreros de más renombre. Pueden ver esa información en el portal www.toroslasvegas.com”.
¿Cree que con estos actos, que para muchos son considerados inhumanos, se está fomentando la autodestrucción de la sociedad?
“Por supuesto, es el ser humano quien se arrastra en su inmundicia cuando abusa de su superioridad maltratando y matando al irracional para divertirse con ello. Si la civilización desde sus inicios le hubiera respetado los mínimos derechos a los animales nunca hubiera sido cruel consigo misma”.
Reconociendo que para muchos la fiesta taurina es un legado cultural, ¿cree que este tipo de cultura aporte al crecimiento de la sociedad actual?
“Nada le aporta a ninguna sociedad la muerte de un animal previamente torturado. Si por cultural entendemos practicas heredadas buenas o malas, entonces hasta el crimen y la guerra podrían llamarse expresiones culturales.
Si por cultural entendemos practicas civilizadas que exaltan el talento humano, la tauromaquia es lo más anti cultural que podamos tener, salvajismo y barbarie en su máxima expresión”.
¿Qué es lo auténtico de la fiesta brava o es una fiesta llena de arribismo y folclorismo?
“De autenticidad nada tiene, ya que no es propia de nuestra patria, de folclorismo y arribismo puede tenerlo todo, una horda de insensibles se exhiben y emborrachan con el dolor de un animal inocente”.
“Nada le aporta a ninguna sociedad la muerte de un animal previamente torturado”, dice Álvaro Múnera, defensor de los animales. / Fotos de www.fotoeditores.comEn el mundo globalizado y moderno en el que nos encontramos, ¿qué tan válida es la fiesta taurina?
“Creo que en ningún mundo civilizado debe aceptarse la tortura y muerte de animales en espectáculos públicos. El pretexto de que se trata de una tradición heredada nos acerca al salvajismo de anteponer un instinto sádico a la razón y a la sensibilidad: ningún ser vivo nace para ser torturado. Las corridas de toros solo se dan en ocho países del mundo y ninguno de ellos es desarrollado”.
¿Hasta qué punto sería viable que se gozara del espectáculo sin tener que llegar a los límites de sacrificio y maltrato que hasta hoy se han contemplado?
“La corrida incruenta ya existe, en septiembre se realizaron en las Vegas, Estados Unidos, con los toreros de más renombre. Pueden ver esa información en el portal www.toroslasvegas.com”.
¿Cree que con estos actos, que para muchos son considerados inhumanos, se está fomentando la autodestrucción de la sociedad?
“Por supuesto, es el ser humano quien se arrastra en su inmundicia cuando abusa de su superioridad maltratando y matando al irracional para divertirse con ello. Si la civilización desde sus inicios le hubiera respetado los mínimos derechos a los animales nunca hubiera sido cruel consigo misma”.
Reconociendo que para muchos la fiesta taurina es un legado cultural, ¿cree que este tipo de cultura aporte al crecimiento de la sociedad actual?
“Nada le aporta a ninguna sociedad la muerte de un animal previamente torturado. Si por cultural entendemos practicas heredadas buenas o malas, entonces hasta el crimen y la guerra podrían llamarse expresiones culturales.
Si por cultural entendemos practicas civilizadas que exaltan el talento humano, la tauromaquia es lo más anti cultural que podamos tener, salvajismo y barbarie en su máxima expresión”.
¿Qué es lo auténtico de la fiesta brava o es una fiesta llena de arribismo y folclorismo?
“De autenticidad nada tiene, ya que no es propia de nuestra patria, de folclorismo y arribismo puede tenerlo todo, una horda de insensibles se exhiben y emborrachan con el dolor de un animal inocente”.
¿Por qué se insiste en una fiesta taurina que ha perdido fuerza y que por lo visto tiene menos adeptos y más opositores?
“No son los colombianos quienes insisten en la fiesta brava, es una minoría de ignorantes y sádicos que encuentran eco en una clase política vetusta y anacrónica para legislar protegiendo la crueldad con los animales de ser conducta punible.
Todas las encuestas sobre el tema le dan la razón de manera aplastante a quienes promovemos el buen trato a los animales. En Medellín solamente la oposición a la tauromaquia supera el 94 por ciento”.
¿Qué piensa sobre los movimientos antitaurinos que han crecido en el último año en ciudades consideradas totalmente taurinas?
“Es un lógico proceso de la evolución humana. La indignación por ese infernal espectáculo de sangre y muerte crece como la espuma en una juventud cada día más consciente de que el dolor no tiene excepción de especie y que necesita manifestarse en contra de esa crueldad. Los movimientos antitaurinos crecen porque sencillamente les asiste la lógica y la razón”.
Teniendo en cuenta que muchas fiestas del país en ciudades como Manizales, Sincelejo, Bogotá, Medellín, entre otras, cuentan y dependen económicamente en gran parte de los espectáculos con animales, ¿sería posible llegar a una conciliación entre los taurinos, antitaurinos y defensores de animales para modificar estos espectáculos sin necesidad de erradicarlos?
“Difícilmente la condición de bárbaro de un taurino enfermo acepte divertirse sin sangre, dolor y muerte. Otros, por el contrario, han entrado en razón y han desertado de las filas de los maltratadores”.
En los últimos años los movimientos antitaurinos en Medellín han sido cada vez más fuertes. ¿Cree que esto ha afectado la fiesta brava como tal y de qué forma?
“Por supuesto que la ha afectado muchísimo, cada día va menos gente a la plaza y eso se debe al acierto en la estrategia, dejando a un lado los insultos y promoviendo una propuesta lúdica, cultural y educativa.
Mostrar esa triste realidad de lo que le hacen al toro en el ruedo a través de videos es una herramienta de oro para que la deserción de las filas taurinas crezca a pasos agigantados”.
Medellín está en busca de una sociedad “más educada”. ¿Cree que esto pueda fundamentar la transformación de los espectáculos que involucran animales?
“La sociedad tiene eso muy claro: son esa minoría de salvajes los que no han querido entenderlo. Ellos mismos, al no aceptar las corridas incruentas, serán los culpables para nuestro beneplácito que en pocos años la tauromaquia sea solo una triste página de nuestra historia”.
El maltrato animal por diversión solo muestra la decadencia del ser humano que lo disfruta
ResponderEliminardecadente es la explotacion al ser humano, decadente es el salario minimo, decadente es querer ser un ambientalista solo por apariencia y no por conviccion como el hipocrita de nuestra alcaldia, decadente es ver niños en la calle sin comer mientras mi perro come cuido de 9000 el kg. mercedez sosa decia viven mejor los perros de los ricos q los hijos de los pobres.
ResponderEliminarLo uno no quita lo otro, infeliz.
EliminarQue tipo pelotudo sos con todas las letras
EliminarSos el tipico que habla al pedo infeliz !!!
Resentido de mierda !!!!
Anonimo, y que culpa tienen los ricos de ser ricos? Acaso lo robaron, esto partiendo del hecho que lo han ganado honradamente?
EliminarVenga que eres un rojeras de mieda.