Más de 2.300 personas utilizaron las cabinas de la línea L del Metro durante el primer día de servicio al parque Arví, el martes 9 de febrero. Este fin de semana se espera la visita masiva a esta nueva zona turística de Medellín.
Texto y fotos Natalia Páez Sogamoso
npaezsog@eafit.edu.co
“¡Ay mamá, qué susto!”, le dijo la hija a su madre, con voz temblorosa, mientras se aferraba con su cámara digital a uno de los brazos de ella. Fue el momento en que una de las 27 cabinas del Metrocable al Parque Arví se impulsaba para comenzar los 14 minutos de recorrido a uno de los pulmones verdes de la ciudad.
Ellas no iban solas (en cada cabina pueden estar 10 pasajeros) y se encontraban junto a otra señora y a sus dos hijas, las tres morenas, de pelo negro y ojos oscuros. “No se preocupe señora, el de San Javier es peor: ¡ese sí que da miedo!”, le manifestó una de ellas a su compañera de viaje.
Luego de 15 minutos de espera para subir a la cabina y pagar 2.500 pesos debido a que no tenían Sisbén y tampoco la tarjeta Cívica, la cabina comenzó su viaje. Partió desde la estación Santo Domingo hasta El Tambo, en el corregimiento de Santa Elena, con las 5 pasajeras que aguardaron pacientemente durante el recorrido.
A ellas les esperaban 4.595 metros de cable en el viaje de ida, el cual es sostenido por 23 pilonas que tienen alturas entre 6.5 y 11.5 metros y que trabaja con energía eléctrica, sin generar gases contaminantes a la atmósfera.
Algunos pasajeros del primer viaje se sorprendieron de la pobreza de algunos barrios por los que cruza la nueva línea turística del Metrocable.
El costo de esta obra fue de 100 mil millones de pesos que fueron aportados por el Municipio de Medellín, la Gobernación de Antioquia, el Metro, la Nación y la Corporación Arví.
“¡Mire mamá, el colegio! Por ahí está nuestra casa”, gritó emocionada una de las tres hijas a su madre, al momento en que la cabina cruzó uno de los barrios de la Comuna Uno, que está compuesta, entre otros, por Santo Domingo Savio y asentamientos subnormales como El Compromiso, Aldea Pablo VI, La Esperanza Número 2 y Carpinelo.
En total, la comuna tiene una población de 116.312 habitantes, según el censo del año 2005.
En el momento en que las pasajeras subían por esa montaña del oriente del Valle del Aburrá, la cabina fue perdiendo fuerza hasta llegar que paró del todo. Ellas no se preocuparon porque fue momentáneo y desde allí vieron que en todo el recorrido había cuerpos de policías custodiando el cable, por lo que dejaron que la vista de Medellín y el bosque las maravillara con su vegetación.
Un mar verde
Durante la construcción del cable se sembraron más de 1.600 árboles de especies nativas en diferentes sectores del proyecto. Especies como Chagualo, Roble, Amarraboyo, Cedro Negro, Pino Romerón y Siete Cueros, y se trasplantaron 2.100 plántulas, haciendo del bosque un lugar único en la ciudad.
El viaje duró más de lo normal debido a que perdieron dos minutos en la cabina cuando se paró. Al llegar al lugar de destino, una de las tres hijas preguntó si se bajarían a conocer el parque y la madre le contestó:
- No tenemos plata. Es que si salimos hay que pagar para volver a entrar al cable.
Sus compañeras de viaje, la otra madre e hija, se bajaron mientras que las tres se quedaron en la cabina de regreso.
Al entrar al parque, lo primero que vieron fue al alcalde de Medellín, Alonso Salazar Jaramillo, diciendo unas palabras a los habitantes del corregimiento de Santa Elena y a los turistas que le escuchaban atentamente: “Santa Helena debe ver el Parque Arví como una palanca para el desarrollo de su economía”.
Y afirmó que los habitantes de esa zona rural debían estar seguros de que no iban a ser afectados por las miles de personas que, se calcula, van a empezar a visitar el lugar especialmente los fines de semana.
Los pobladores de la vereda El Tambo son campesinos y manifestaron en días pasados que la apertura de porterías al parque afectaría la visita de sus familiares y amigos porque deberían pagar la entrada como cualquier turista.
Las directivas del parque sostienen que eso sólo pasaría los fines de semana y que podrían entrar sin ningún problema quienes tengan hasta cuarto grado de consanguinidad con los vecinos del sector.
Al terminar su discurso inaugural, el alcalde se dirigió a los periodistas invitándolos a entrar a uno de los seis sectores del parque: Núcleo de la Biodiversidad, Núcleo de la Represa, Núcleo de Comfama, Núcleo del Tambo, Núcleo de Mazo y Núcleo de la Laguna.
Dichos núcleos son zonas en que está dividido Arví donde se realizarán actividades educativas, lúdicas y de investigación, las cuales estarán a cargo de diferentes instituciones de la ciudad.
Visita al parque
Esta primera línea turística por cable aéreo de Medellín operará entre las 9 a.m. y las 6 p.m. todos los días, excepto el primer día hábil de cada semana; es decir, si el lunes es festivo, no trabajará el martes, con el fin de realizarle mantenimiento.
También el Metro cuenta con su propio personal, el Parque Arví dispone de 30 guías capacitados en turismo y la Policía Nacional asignó otros 30 uniformados permanentes; además, se sumará pronto un escuadrón de carabineros.
Después de escuchar al alcalde, la madre y la hija hicieron un recorrido por la zona y bajaron luego, tal como lo hicieron las más de 2.300 personas que ese día estrenaron el nuevo metrocable.
Para algunos de ellos, como don Marco Montes, un albañil que ese día estuvo de paseo por allí, “da tristeza que muchas de las personas de los barrios altos de la Comuna Uno no tengan acceso porque no tienen una estación próxima. Lo bueno es que todos quedaremos más cerca de este nuevo pulmón verde que tiene esta ciudad que está tan contaminada. Ojalá la gente lo cuide…”.
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