Los de la Feria de las Flores de este año resultaron un éxito a nivel logístico. Ellos hicieron que la fiesta estuviera más cercana a los pobladores de Medellín.
Textos y fotos Daniel Armirola R.
darmirol@eafit.edu.co
OPINIÓN. Cabe resaltar el buen uso que hicieron los ciudadanos del licor en los tablados, siendo en general un uso responsable e igualmente vigilado por la fuerza pública para evitar los inconvenientes. Se demostró que se puede llevar a cabo una celebración de tal magnitud con el uso del licor en ciertos espacios y sin ningún problema para la ciudad.
Tal como afirmó Giovanny González, coordinador operativo de rescate en el tablado de San Rafael, “ese es el objetivo, que la gente pase sabroso, y si se hace responsablemente no habría problema porque además nos interesa que a la gente no le vendan trago adulterado”.
Esto último fue motivo de especial cuidado dado que en ferias pasadas se presentaron muchos casos de venta de licor adulterado y de negocios del mismo operando en pleno festejo, con todos los riesgos para la salud que ello implicó.
Los organizadores de la Feria de este año parecen haberse dado cuenta de la necesidad de manejar la venta de licores de un modo claro, seguro y responsable, aceptando la venta y consumo de licor pero invitando a la gente a hacer un manejo transparente y responsable del mismo.
De otro lado, el número de accidentes e incidentes alrededor de los tablados disminuyó en relación con otros años, según reportaron las autoridades.
Esto demostraría que manejar la Feria con una perspectiva encaminada a valorar las libertades ciudadanas a la hora del festejo, como prioridad, adjuntando esto a un fuerte operativo de prevención y seguridad detrás de cada evento, genera una fiesta intachable por lo menos desde la perspectiva de los tablados.
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