“El caballo es la mascota de los antioqueños”: Ricardo Arango, criador

En la sede Asdesilla (Asociación de Criadores de Caballos Criollos Colombianos de Silla) está Ricardo Arango, quien toda su vida se ha dedicado a la crianza de estos animales. Este hombre apasionado por ellos explica cómo es el mundo equino en Antioquia y cómo vive gracias a esta noble especie.

Por Laura González Molina y Sara Feria Valderrama
bitacora@eafit.edu.co

¿Cómo empezó su interés por el mundo del caballo?
"Por familia. Toda la vida fui criado en fincas y yendo a ferias desde muy chiquito, aunque andaba detrás de las vacas porque esa era, digamos, la afición de mi papá; pero detrás de las vacas me fui antojando de ellos”.

¿Qué es lo más difícil de criar un caballo?
“Todo. Eso es complicadísimo, es una aventura: vos tratás en la crianza de seguir la lógica; decís ‘yo le pongo a esta yegua este caballo’ buscando esto para introducir esto, pero finalmente es una aventura y puede tirar para cualquier lado. Esa es la crianza de caballos.

Lo primero es producirlo bien, después criarlo como debe ser, llevarlo, arrendarlo y enseguida en la arrendada que no se malogre, después que la salud le colabore y no tenga ningún tropiezo… Llevarlo a buen término es muy difícil, son procesos de muchos años muy difíciles”.

¿Cómo es el mundo del caballo?
“Yo gracias a Dios lo vivo con los amigos y con una pasión impresionante; yo desayuno, almuerzo y como caballos. No hablo sino de caballos, yo soy monotemático. Cuando cambio hablo del poderoso DIM (Deportivo Independiente Medellín); eso es para lo único, de resto no hablo sino de caballos todo el día”.

Ricardo (foto), ¿qué importancia tiene el caballo criollo colombiano en Medellín y el Valle del Aburrá?

“Siempre he dicho que la mascota de los antioqueños no es el gato o el perro sino el caballo. Vos en el Valle del Aburrá te encontrás cinco tiendas especializadas en mascotas de verdad y 50 o 100 talabarterías o en cosas especializadas para el mundo del caballo, lo que significa que es mucho más importante como mascota”.

¿Cómo define al caballo criollo colombiano?
"Con unas condiciones especialísimas por el brío. Es la condición que lo diferencia de las demás razas. Yo he sido criador de caballos de pura sangre, de carreras, de salto, los he tenido de cuarto de milla, soy muy allegado a criadores portugueses y españoles, y al caballo nuestro lo diferencia básicamente esa característica especial del brío.

Eso hace un caballo diferente, de un comportamiento nervioso, muy nervioso, lo que requiere de una mano supremamente suave, de un manejo muy disciplinado, con mucha ‘maña’, con mucha mesura”.

¿Qué opina sobre que el hecho que el caballo esté muy relacionado con el mundo de la mafia?
“Es caballo se estigmatizó y eso infortunadamente se lo ganó el caballo. Pero yo lo resumo en una frase que aplicamos mucho en muchas cosas de la vida nacional y es que los buenos somos más.
Nosotros no podemos dejar que una actividad de estas, generadora de empleo, de divisas, de satisfacciones, generadora de muchísimas cosas, esté estigmatizada con el narcotráfico.
Vuelvo y repito, los bueno somos más y que nos cuenten cuántos son los narcotraficantes que hay en los caballos y cuántos somos la gente buena que estamos en los caballos”.

¿Por qué a veces un caballo gana y a veces pierde?
“Porque son seres vivos y como ser vivo es susceptible de cualquier cantidad de cambios. Vos todos los días no te levantás del mismo genio. Es ser vivo el caballo y el que va encima; es un binomio. Entonces son cosas que pueden afectar: por eso no hay caballo intumbable, siempre el puesto del campeón está vacante, los caballos ganan o pierden.

Secretariado era el mejor caballo de todos los tiempos, una insignia de los caballos de carreras y perdió. Todos los caballos han perdido en todas las actividades del mundo, no hay caballo intumbable”.

¿Es verdad que existe mucha envidia en el mundo del caballo?
“No. Como en todo, uno no puede pensar que la excepción es la regla. Hay mucha camaradería. Somos muchísimos amigos, aquí hay gente con la que uno comparte todo el día, habla sobre caballos, comparte sus experiencias o pregunta a los demás sobre las suyas”.

Cuéntenos alguna anécdota como criador.
“Muchísimas. Te puedo contar que los médicos también se mueren: digamos que los que, entre comillas, somos algo conocedores también nos equivocamos y muchas veces hemos descartados animales que luego han llegado a ser campeones y han valido muchísima plata.

Una de las mejores yeguas finas que tiene Colombia en este momento se llama La Amatista. Es una yegua que yo vendí potranquita detrás de la mamá porque su mamá me parecía malísima y no me gustaba. Hoy es una de las mejores de Colombia.

Eso le ha pasado a todos los conocedores, le pasó a don Fabio Ochoa, un hombre que ha vivido de los caballos; a Dairo Chica, ha pasado en La Luis…Ha pasado en todos los criaderos importantes.

Y tengo muchas otras experiencias en la crianza: muchas veces a los caballos que no les he tenido fe me han resultado los buenos. Hay días en que vos ves los caballos y te vas feliz para la casa porque trabajaron bien y al otro día volvés y lo ves hecho una mugre… Son seres vivos y son susceptibles de muchos cambios”.

Ricardo Arango conversaba con amigos y conocidos sobre caballos, como él lo dice: “A desayuno, almuerzo y comida”. Esa es su pasión, su hobbie, su recreación, su industria y su trabajo.