Adentro, afuera y llegando a Plaza Mayor (sector de La Alpujarra), electores “perdidos” de mesa, trancones de vehículos, chicles, papitas y cigarrillos…
Texto y fotos Tatiana Eusse
bitacora@eafit.edu.co
La fila para el ingreso es muy larga. Llega casi hasta la glorieta de La 33. Pero avanza rápidamente porque la gente no se demora mucho votando, pues al menos en el centro de convenciones Plaza Mayor los jurados están bien preparados y no se ha conocido ningún contratiempo.
La gente se transporta en carros particulares y tanto el ingreso como la salida de los diferentes parqueaderos es de mínimo 20 minutos, mientras otros se parquean en la vías. Hay personas que se transportan en buses pero estos vienen tan llenos que es muy complicado bajarse.
Además, los buses se tardan mucho tiempo de llegar de un lado a otro ya que es mucha la gente que se recoge; otros vienen en taxi pero el acceso es complicado y les toca bajarse lejos de los puestos de votación. Definitivamente, el acceso es más fácil para los que llegan caminando aunque el sol no les colabora pues está muy fuerte.
Sin embargo, muchas personas que llegaron hasta aquí no pudieron votar. En los medios de comunicación se avisó que quienes no estuvieran inscritos podían votar en las mesas de Plaza Mayor, pero la sorpresa con la que se encontraron es que no podían hacerlo aquí. Entonces varios de ellos perdieron la venida y debieron devolverse para reiniciar l el desplazamiento a otros sitios de la ciudad.
En la afueras de los puestos de votación están las mesas de censo o puntos de información, donde la gente puede acercarse a averiguar dónde le toca votar y en qué mesa.
Unos se desesperaran mientras que otros simplemente se lamentan; otros se enojan y pelean con los asistentes que no tiene la culpa: son 5 mesas de 2 asistentes en cada una, quienes fueron capacitados para esta función pero no les dan descanso en ningún momento: trabajan desde la 7:30 a.m. hasta que las votaciones terminen.
En Plaza Mayor también hay unas pancartas en las que los ciudadanos que ya saben que les toca votar aquí puede acercarse y buscar el número de su cédula y la mesa que le corresponde.
Son 10 carteleras divididas así: de la mesa 1 a la 12, de la 13 a la 24, de 25 a la 30, de la 37 a la 48, de 49 a la 60, de la 61 a la 72, de la 73 a la 84 de la 85 a la 96, de la 97 a la 108 y de la 109 a la 117, y cada una tiene los números de la cédula asignada en su respectiva mesa.
Alrededor del reciento ferial se ve a guardas tratando de regular el tránsito para impedir los trancones que se han ido formando y para ordenar la forma de ingreso a los parqueaderos; a policías cuidando a los votantes y también ayudando en las gestiones de los “perdidos”.
Texto y fotos Tatiana Eusse
bitacora@eafit.edu.co
La fila para el ingreso es muy larga. Llega casi hasta la glorieta de La 33. Pero avanza rápidamente porque la gente no se demora mucho votando, pues al menos en el centro de convenciones Plaza Mayor los jurados están bien preparados y no se ha conocido ningún contratiempo.
La gente se transporta en carros particulares y tanto el ingreso como la salida de los diferentes parqueaderos es de mínimo 20 minutos, mientras otros se parquean en la vías. Hay personas que se transportan en buses pero estos vienen tan llenos que es muy complicado bajarse.
Además, los buses se tardan mucho tiempo de llegar de un lado a otro ya que es mucha la gente que se recoge; otros vienen en taxi pero el acceso es complicado y les toca bajarse lejos de los puestos de votación. Definitivamente, el acceso es más fácil para los que llegan caminando aunque el sol no les colabora pues está muy fuerte.
Sin embargo, muchas personas que llegaron hasta aquí no pudieron votar. En los medios de comunicación se avisó que quienes no estuvieran inscritos podían votar en las mesas de Plaza Mayor, pero la sorpresa con la que se encontraron es que no podían hacerlo aquí. Entonces varios de ellos perdieron la venida y debieron devolverse para reiniciar l el desplazamiento a otros sitios de la ciudad.
En la afueras de los puestos de votación están las mesas de censo o puntos de información, donde la gente puede acercarse a averiguar dónde le toca votar y en qué mesa.
Unos se desesperaran mientras que otros simplemente se lamentan; otros se enojan y pelean con los asistentes que no tiene la culpa: son 5 mesas de 2 asistentes en cada una, quienes fueron capacitados para esta función pero no les dan descanso en ningún momento: trabajan desde la 7:30 a.m. hasta que las votaciones terminen.
En Plaza Mayor también hay unas pancartas en las que los ciudadanos que ya saben que les toca votar aquí puede acercarse y buscar el número de su cédula y la mesa que le corresponde.
Son 10 carteleras divididas así: de la mesa 1 a la 12, de la 13 a la 24, de 25 a la 30, de la 37 a la 48, de 49 a la 60, de la 61 a la 72, de la 73 a la 84 de la 85 a la 96, de la 97 a la 108 y de la 109 a la 117, y cada una tiene los números de la cédula asignada en su respectiva mesa.
Alrededor del reciento ferial se ve a guardas tratando de regular el tránsito para impedir los trancones que se han ido formando y para ordenar la forma de ingreso a los parqueaderos; a policías cuidando a los votantes y también ayudando en las gestiones de los “perdidos”.
Se ven varios agentes de los grupos antiexplosivos caminando por distintos sectores pero sin ninguna alarma, y al personal de la Registraduría Nacional resolviendo las dudas de algunos electores.
Así mismo, el lugar está plagado de vendedores ambulantes que ofrecen bebidas, comidas, “bonice”, dulces granizados, cigarrillos, pilas, entre otros comestibles.
La mayoría de ellos comenta que les ha ido muy bien, que estas elecciones son las que más gente han visto y que por el calor y el tiempo de espera la gente compra distintos productos.
Sin duda se trata de una fiesta en la que hay mucho para donde mirar y en todas partes un atractivo para poner sus ojos.
Así mismo, el lugar está plagado de vendedores ambulantes que ofrecen bebidas, comidas, “bonice”, dulces granizados, cigarrillos, pilas, entre otros comestibles.
La mayoría de ellos comenta que les ha ido muy bien, que estas elecciones son las que más gente han visto y que por el calor y el tiempo de espera la gente compra distintos productos.
Sin duda se trata de una fiesta en la que hay mucho para donde mirar y en todas partes un atractivo para poner sus ojos.
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